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El mundo entero reconoce a Juan Pablo II como el líder espiritual
más importante de las últimas décadas. No se puede
valorar su personalidad sin remontarse a su juventud en la Polonia natal,
marcada por la pérdida de su madre en la infancia, la muerte
de su hermano en plena juventud y la tragedia y los horrores de la guerra,
el holocausto, el fascismo y el comunismo. La vida de Karol Wojtyla
vivió experiencias que además de reafirmar su caracter,
lo erigió en una de las figuras mas importantes de nuestra era.
Karol Wojtyla vio la luz por primera vez el 18 de Mayo de 1920 en Wadowice,
Polonia.
Sus padres, Karol (teniente del Ejercito Polaco) y Emilia (hija de un
tapicero de Cracovia y costurera durante algún tiempo) tenían
profundas convicciones católicas; tal vez por ello colocaron
una pila de agua bendita y un pequeño altar dedicado al Sagrado
Corazón en la entrada de su hogar.
Cuando el futuro Papa tenía tan solo nueve años se enfrentó
por primera vez al dolor cuando su madre murió, hecho que marcaría
su vida y lo volvería melancólico. Muchos de sus biógrafos
señalan que su gran amor por la Virgen María nació precisamente de la ausencia materna a temprana edad.
Desde su niñez y adolescencia, el Papa mostró inclinación
por los asuntos religiosos, el amor que profesaba a Dios se extendió hacia su padre, y, de manera especial, a su hermano Edmund Wojtyla
con quien compartía caminatas por la montaña y la afición
por el esquí, actividades que seguiría practicando toda
la vida.
Pero esta amistad entre hermanos duró poco ya que en plena juventud
Edmund fue contagiado de escarlatina por una paciente y murió.
A pesar del gran dolor que esta desgracia le causó a Karol, lo
entendió como designio divino y lo aceptó con resignación.
Durante su adolescencia surgió en Karol Wojtyla la pasión
por el teatro y se convirtió en actor. En ese tiempo participó
en el Circulo de Teatro de Wadowice, un grupo de aficionados formado
por alumno del instituto donde estudiaba; según dicen, el joven
polaco era un artista brillante y casi siempre interpretaba los personajes
estelares. Por si fuera poco, escribió varias obras de teatro,
siempre con un mensaje cristiano.
Cuenta Danuta Michalowska, una de las actrices integrantes del "Teatru Rapsodycznego" al que pertenecía Wojtyla, que cuando comunicó a sus compañeros de escena que tenía vocación sacerdotal, todos quedaron estupefactos: "Era el mejor; si hubiera seguido escribiendo hubiera sido premio Nobel de literatura; si se decidía por el teatro, habría alcanzado la fama; todos pensamos que si elegía la carrera eclesiástica, al fin sería Papa".
Sus biógrafos señalan que en esta época de su vida conoció el amor humano en una de sus compañeras de teatro pero, como en una novela romántica, ella murió víctima de la guerra que asolaba la pobre Polonia.
En 1938 se graduó de la educación media con notas sobresalientes
y se dispuso a estudiar Filología Polaca en la universidad, posteriormente
se trasladó a Cracovia con su padre, quien ya estaba jubilado
y vivía de una modesta pensión.
Cuando Karol contaba 20 años, encontró el cuerpo sin
vida de su padre, fallecido por un ataque al corazón. Se hincó
junto a él y rezó toda la noche. Sus amigos dicen que
ése fue el golpe más duro de su vida y también
el determinante para que se decidiera por el sacerdocio. Ingresa al
Seminario clandestino de Cracovia pues su país seguía
invadido por los alemanes quienes pretendían eliminar a la Iglesia
Católica.
Por aquella época se inició la Segunda Guerra Mundial
y Polonia fue invadida por los nazis, quienes cerraron las iglesias
y desocuparon los seminarios. En esos días Lolek, como le llamaban
sus amigos cariñosamente, trabajaba como repartidor y obrero
en la cantera Solvay. Esta dura labor sacudió al joven intelectual
que era.
En 1942 ingresa en la Universidad de Jaguellonia. Karol se entregó
al teatro y a la poesía de tal forma que hasta participó
como director, escenógrafo y estrella de su propia compañía
teatral.
En esa etapa de su vida se caracterizó por ser un muchacho reservado
y muy atractivo para las mujeres. El joven Karol conoció el amor
humano si bien su vocación religiosa era más fuerte que
los sentimientos terrenales.
Ya sin sus seres queridos y bajo la clandestinidad, Karol Wojtyla se
ordena sacerdote en 1946 celebra su primer misa en la Catedral de Wavel.
Los años transcurrieron y el joven vicario es promovido por sus
superiores a cargos de mayor rango dentro de la Iglesia Católica.
Es consagrado obispo auxiliar de Cracovia en 1958. Dos años después
la diócesis es elevada al rango de archidiócesis por Pablo
VI y lo nombra arzobispo de la misma.
En mayo de 1967 es nombrado cardenal, convirtiéndose así
en uno de los prelados más jóvenes de la Iglesia Católica
y junto con el cardenal Wyszynski es considerado el jefe espiritual
de Polonia.
Finalmente el 16 de octubre de 1978 Wojtyla, con tan solo 58 años
de edad, es elegido en Roma Sumo Pontífice.
La canción del Pescador, de Cesáreo Gabaraín,
sonaba, dedicada para él:
Jesús, me has mirado a los ojos sonriendo has
dicho mi nombre en la arena he dejado mi barca
junto a tí buscaré otro mar...

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